Descubre cuándo usar la cursiva en los textos en castellano

La letra cursiva es un recurso que verás en libros, novelas, noticias de periódicos e incluso en este mismo artículo. Y no es de extrañar, ya que tiene muchos usos en castellano. También se llama letra itálica y es muy fácil de identificar, ya que es la letra que aparece inclinada y destaca en el texto.

Pero ¿sabes cuándo usar la cursiva en los textos?, ¿sabes qué palabras van en cursiva y cuáles no? Si tienes dudas sobre su uso, no te preocupes, porque enseguida te cuento cómo aplicarla correctamente a tus textos. ¡Vamos allá!

📌 Uso básico de la letra cursiva en español

Para empezar, es importante saber cuál es el uso principal de la cursiva: resaltar algo del texto. Es decir, la vamos a usar cuando queramos que una o varias palabras destaquen sobre las que las acompañan. Ya sea porque son palabras extranjeras, palabras con un sentido distinto del habitual o cuando funcionan como metalenguaje.

No obstante, también hay que tener en cuenta que con esta función de resaltar palabras se puede usar otro recurso: las comillas. Eso sí, la primera opción será usar la cursiva y, en caso de que el tipo de letra o tu procesador de texto no te permita usarla, podrás usar las comillas.

📌 ¿Cuándo usar la cursiva?

✍ Debemos poner en cursiva las palabras que no pertenecen al castellano: extranjerismos y latinismos

Ahora sí, vamos a ver cuándo usar la cursiva caso por caso. El uso más común de este recurso, y el que verás en todo tipo de textos, es para las palabras extranjeras. Dicho de otro modo, todas las palabras que no sean propias del castellano deberán ir en cursiva en el texto. Por ejemplo, términos procedentes del inglés como software, paddle o flashback, términos en francés como buffet o ballet o términos en italiano como paparazzi o mozzarella.

Sin embargo, no olvides que tanto la RAE como la Fundéu recomiendan evitar el uso de extranjerismos. Así que si hay una adaptación, como paparazi en lugar de paparazzi, o pádel en lugar de paddle, es mejor usar la versión española.

Otro ejemplo de palabras «extranjeras» que se escriben en cursiva (¡y que a mucha gente se le olvida!) son los latinismos crudos. En otras palabras, las expresiones que vienen del latín y que no se han adaptado al castellano. Algunos ejemplos son curriculum vitae, post mortem o grosso modo.

Y a raíz de esto, los nombres científicos latinos también deben escribirse en cursiva. En este caso, hay que tener en cuenta algo más: la primera palabra empezará en mayúscula y las siguientes en minúscula. Por ejemplo, Trimeresurus salazar, Eriovixia gryffindori, Lusius malfoyi o Lycosa aragogi.

✍ El uso de la cursiva en el metalenguaje

En cuanto a su uso en el metalenguaje, usaremos este recurso para resaltar palabras mal escritas a propósito o inventadas, como netflixear o juernes.

Igualmente, la usaremos para palabras que tienen un sentido metafórico dentro de la expresión. Por ejemplo, «la habitación era todo un horno».

Además, también la usaremos para hablar del propio lenguaje en los textos. Lo verás más claro en estos ejemplos: «el término gato es un nombre común» o «el niño ha aprendido a decir la palabra no».

✍ Otros usos de la cursiva en castellano

Por último, no me olvido de mencionar un uso que también es importante: usamos cursiva en los títulos de las obras de creación. Es decir, los títulos de películas, libros, series de televisión, etc., van en cursiva independientemente del idioma en que estén. Por ejemplo: «Ayer empecé el libro de Percy Jackson y el ladrón del rayo» o «Este fin de semana hemos hecho un maratón de la serie The Witcher».

Si tienes cualquier duda sobre cuándo usar la cursiva en castellano, no dudes en dejarme un comentario. Y si lo que necesitas es que una profesional corrija tus textos, ponte en contacto conmigo. ¡Te espero!